Madrid
La subida de los tipos de interés pone en un brete el negocio crediticio. El stock financiado se ha achicado en España en 26.581 millones de euros desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a endurecer la política monetaria para meter en cintura la inflación. La inmediata respuesta ha sido una caída del 17% en la nueva concesión hipotecaria y del 6,5% en financiación empresarial.
Se ha frenado en seco la demanda y se ha multiplicado el repago anticipado de la deuda para limitar el impacto del euríbor. La reacción encaja en el propósito del BCE de aplacar la corrosiva escalada de los precios con el enfriamiento de la economía. Es deseable que la estrategia rinda resultados porque una financiación en retroceso perjudica la inversión y el acceso a la vivienda.
