
El alto precio de los alquileres supone un serio problema para mucha gente. Pero no para 12 de los ministros del actual Ejecutivo, que viven en propiedades del Estado ahorrándose el pago de las rentas.
Es el caso de Nadia Calviño, Raquel Sánchez, Yolanda Díaz, María Jesús Montero, José Manuel Albares o Miquel Iceta, entre otros, que residen en lujosos inmuebles de titularidad pública o en dependencias ministeriales. Al contrario de lo que defiende la demagogia, no hay nada reprochable en que los políticos reciban este tipo de complementos.
Más aún si se tiene en cuenta que los bajos sueldos públicos impiden que la Administración cuente con personalidades de gran talento, que optan por el sector privado para percibir un salario superior.