Opinión

Funcionarios y políticos

  • El Gobierno deberá cumplir, a priori, la sentencia del Supremo y readmitir al militar
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior

Me disculparán que comience esta columna invitándoles a la lectura de un libro. Se titula "Democracia menguante", cuyos autores, todos catedráticos, pertenecen al Colegio Libre de Eméritos. De su lectura se desprende que las intenciones declaradas por estos profesores ("llamar la atención sobre la situación de deterioro en que se encuentra la democracia española") se ven sobradamente conseguidas en el libro que aquí recomiendo.

Una de las reglas democráticas es que los gobernantes dimitan cuando han cometido un grave error o una ilegalidad, y ese es el caso del ministro Fernando Grande-Marlaska. No acabo de entender que un juez cabal, como lo era el Marlaska que persiguió, como era su obligación, el terrorismo de ETA, se haya dedicado a enviar etarras a las prisiones vascas, sabiendo que el PNV se dedicará a ponerlos en libertad. Tampoco se puede entender que ese mismo Marlaska haya maltratado a un alto mando de la Guardia Civil con el pretexto de "haber perdido la confianza" del Ministro, y ese alto mando es Pérez de los Cobos.

El escritor y ex diputado Juan Carlos Girauta se extrañaba de que pese a ese deterioro político del sanchismo, las diferentes encuestas electorales colocan la intención de voto a favor de Sánchez por encima del 20%. Girauta también pasaba revista a la "ristra de traiciones al sistema democrático perpetradas por el Gobierno de Sánchez" y no podía entender que "el elector de izquierdas que desea el bien común se bajara de esa bola de demolición. Pactar con Bildu o modificar el Código Penal a la medida de los intereses de los golpistas. O enviar a toda la escoria etarra al País Vasco para que allí la suelten. O el destrozo incalculable de la ley sueltavioladores".

Para continuar describiendo esos destrozos habré de aludir al ataque y maltrato a un alto funcionario por cumplir con su deber como investigador judicial. Me refiero al militar Diego Pérez de los Cobos. El destrozo lo acaba de remediar el Tribunal Supremo (TS) con una sentencia que pone las cosas en su sitio y que permitirá al militar recuperar su dinero y su carrera, para lo cual el Gobierno tendrá que cumplir la sentencia del TS… Pero yo no estoy convencido de que lo vaya a hacer, pues no parece que estos sanchistas y podemitas hayan entendido que los funcionarios están ahí para servir al Estado y no para satisfacer los caprichos de unos políticos tan sectarios como ignorantes.

Me parece que el ataque a Pérez de los Cobos viene de que estaba en el punto de mira de ERC por su papel al frente de la Policía que actuó el 1-O, pero sobre todo desde su testimonio en el juicio contra los separatistas, que fue una de las más valiosas herramientas de las que dispuso el Estado de Derecho para responder de manera adecuada a aquel desafío. Fue él quien puso en evidencia "la estafa" de los Mossos, que no sólo no impidieron el referéndum ilegal sino que lo protegieron.

Pero esas actitudes incomprensibles de Grande-Marlaska quizá las expliquen mejor las palabras de Javier Redondo:

"Marlaska es el ministro que mejor ha interiorizado los automatismos e inclinaciones de Pedro Sánchez; por eso refleja fielmente lo que Sánchez representa: se yergue calcinado, responde con jactancia a la denuncia de sus excesos y no repara en razones, simplemente contraataca, embarra y desafía; se parapeta en su desdén".

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