
Nos encontramos ante el último año del primer período del plan de recuperación de nuestro país con un gran reto por delante: debemos ser capaces de lograr el 100% de la asignación de fondos. ¿Difícil? Sí, pero no imposible. Precisamente, la previsión para este 2023 es muy buena y, sin lugar a dudas, con viento favorable.
Pero, ¿cuál es nuestro punto de partida? 2022 terminó cargado de nuevas convocatorias, con una nueva normativa, nuevo alcance, etc. Y, en consecuencia, unas reglas del juego inciertas para muchos agentes del ecosistema. Todo ello, ha denotado en un aprendizaje continuo y en una gran capacidad de superación de obstáculos para lograr presentar los proyectos más potentes.
Así, en estos primeros meses del año, ya hemos visto aparecer y cerrar el PERTE de Economía Circular (EC) con más de 192M€ al que se han presentado más de 250 propuestas con un valor superior a los 630M€. Ahora, nos encontramos inmersos en el PERTE Agroalimentario y el PERTE Naval, cuyas convocatorias parece indicar que van a sufrir una ampliación de plazo hasta la segunda semana de marzo. Dos de las convocatorias más esperadas del año; sobre todo por las novedades que aplican respecto al PERTE VEC1 y su primera edición: modificaciones en la estructura de agrupación mínima, el tipo de financiación, el régimen de garantías, los costes financiables, la temporalidad de actuaciones o la justificación de proyectos, entre otros. Aun así, el campo de actuación en la aplicación de mejoras para lograr unos PERTEs más flexibles y con mayor atractivo sigue siendo elevado.
Por otro lado, no debemos olvidar la avalancha energética y digital. En este sentido, es interesante destacar el programa Único Sectorial 5G, por ejemplo, y su capacidad para el desarrollo de proyectos dentro del ámbito 5G en cualquier tipo de industria; lo que supone un motor de aceleración tecnológico dentro de la industria manufacturera. Los consorcios que se están creando son, sin lugar a dudas, muy potentes y el enfoque de conectar empresas tecnológicas con la industria está resultado muy atractivo para las compañías. En la convocatoria anterior (agosto 2022), no se agotaron los fondos. Esta vez, en cambio, se espera una concurrencia muy elevada.
En la misma línea, cabe destacar la importancia del sector energético a nivel de transición. En este punto, destaca el que será uno de los hitos del año, el RepowerEU, el nuevo paquete que se está preparando desde EU para hacer frente al paquete de EEUU derivado de la Ley The Inflation Reduction Act of 2022 (IRA) y el marco temporal de la guerra de Ucrania, donde España está optando por lanzar convocatorias en el ámbito energético, así como en subsectores y subtecnologías (renovables marinas, almacenamiento hibridado, moves flotas, repotenciación…). Hitos como este son los que deben darnos mayor disposición de actuación en proyectos transformadores.
En definitiva, todos los sectores pueden optar a fondos. Lo más importante y complejo es encontrar dónde podrán encajar mejor sus proyectos en función del abanico de oportunidades existentes y por venir, y cómo éstas nos ayudan a desgranar la estrategia de las empresas para hacer frente, a su vez, a los retos del futuro.
Inflación y elecciones municipales y autonómicas, ¿de qué modo pueden influir en las publicaciones de las convocatorias?
Pese a las previsiones favorables, es innegable que nos encontramos inmersos en un contexto complejo para las empresas protagonizado por el actual estado de inflación. Teniendo en cuenta esto, ¿qué medidas se están aplicando? Dentro de las mismas ayudas ya se está trabajando para poder ofrecer un tipo de financiación más acorde con la situación actual. Algunas de las medidas que ya hemos visto, por ejemplo, corresponden a la flexibilización del régimen de garantías; la anticipación de fondos para la ejecución de ciertos expedientes; o incluso en los PERTEs que han pasado de trabajarse a préstamos Euribor y de un tipo de interés fijo del 0%.
Aun así, es importante tener en cuenta el hecho de que el estado actual de las empresas varía según el sector, ya que las realidades en un contexto geopolítico y macroeconómico muy parecido no afectan de forma idéntica a todos los sectores. Lo cual hará que podamos encontrar visiones de todo tipo.
Las elecciones municipales y autonómicas, previstas en los próximos meses, en cambio, sí que suponen una gran incertidumbre en cuanto al modo en el que pueden influir en las publicaciones de las convocatorias. Por el momento, hemos podido observar que todo ello ha derivado a un auge de publicaciones de convocatorias de forma anticipada; escenario similar que, seguramente, veremos a finales de año, cuando nos acerquemos a las elecciones nacionales.
Para el panorama post-elecciones autonómicas, por contra, sí se espera un cierto freno en este auge de convocatorias, pero sin suponer un "stopper", ya que la realidad es que no nos podemos dormir en la asignación de los fondos y el compromiso de asignación establecido a 31/12/2023, ni desaprovechar la previsión, ya que todo apunta a que será un gran año.