
IAG y Air Europa llevan desde 2019 negociando una fusión que concretaron el jueves. Pero ahora se volverán a enfrentar a Bruselas, que ya el pasado año echó por tierra la operación por la posición de monopolio del grupo en una decena de rutas a Latinoamérica.
Lograr el visto bueno de la UE no será fácil. Más aún ante el hecho de que tras la unión, IAG controlará 14 rutas, sin incluir la compra de TAP que también plantea. A pesar de ello, la aerolínea resultante suma seis millones de pasajeros menos en la red de aeropuertos de España. Además, Air Europa también se ha desprendido de aviones de corto radio, lo que mejora las opciones. Con todo, la clave sigue estando en Latinoamérica, donde IAG deberá ceder destinos si quiere lograr la autorización europea.