
En los últimos 12 meses el mercado se ha movido al son de la inflación. Porque quien decide lo que hace la Reserva Federal de EEUU es la inflación y la Fed marca el rumbo en los mercados.
Por este motivo las malas noticias económicas han sido buenas noticias para los mercados y viceversa. Los resultados empresariales importan, pero cuando la Fed está trabajando en un sentido u otro es como cuando hay obras en una autopista: la velocidad y la dirección la marcan las obras (y las señales que las acompañan).
Para la Fed el razonamiento es muy claro: si los americanos no frenan sus ansias consumistas es imposible controlar los precios. Y si los salarios estaban creciendo al 6 % anual – y mucho más cuando se producía un cambio de trabajo-, iba a ser muy difícil que la gente pregunte por el precio de las cosas cuando sale de compras. Y es muy difícil moderar el crecimiento salarial cuando el paro es históricamente bajo, como ocurre en EEUU. Así que tiene que aumentar el paro y eso solo ocurre si disminuye el crecimiento.
Antes de seguir, tengamos en cuenta que en Norteamérica la inflación es sobre todo una inflación de demanda, es decir, motivada exclusivamente porque la economía iba "como una moto" y el paro es muy bajo (en Europa una parte importante de la inflación se ha debido al efecto rebote de las sanciones a Rusia, que de hecho todavía colea).
Así, en EE.UU. las malas noticias económicas se convertían en motores de subida, ante la esperanza de que la Reserva Federal moderara su política monetaria restrictiva, y viceversa.
Pero últimamente están ocurriendo cosas. En primer lugar, vemos cómo se publica una cifra de empleo absolutamente espectacular y los mercados van y se lo toman con bastante calma.
Poco tiempo después sale el IPC y sale dentro de lo esperado. Pero lo esperado no era muy optimista. La bolsa se mantuvo plana. Y eso que llevaba subiendo dos días y acumula una subida previa en el año de casi un 8 %.
Y, finalmente, para los que damos mucha importancia a las correlaciones entre activos, se ha roto una que venía funcionando durante todo el año pasado.
De acuerdo con lo de que "a mejor, peor", cada vez que había una buena noticia económica subía el tipo de interés de los bonos (y bajaba el precio), lo cual tiene toda su lógica si lo que está mirando el mercado de bonos es a la Reserva Federal. A más fuerte la economía, más sube tipos la Fed, más sube el tipo de interés de los bonos y en consecuencia cae el precio. Recordemos que el precio de los bonos se mueve de forma inversamente proporcional al tipo de interés.
La bolsa y los bonos se movían en la misma dirección, de acuerdo con el mismo lema y razonamiento. Lo que técnicamente se denomina correlación positiva. Pero últimamente esa correlación también parece estar cambiando. Ahora, cuando hay buenas noticias económicas los bonos caen, pero, como he comentado antes, parece que las bolsas aguantan.
Explicaciones puede haber muchas. Desde que aunque aumenta el empleo también es cierto que se van moderando los salarios y la Reserva Federal lo que quieren no es mandar a todo el mundo al paro, sino que baje la inflación salarial, pasando porque en el en el último dato de inflación se ha producido un cambio metodológico, y seguramente el IPC habría mostrado una bajada mayor si se hubiera mantenido método anterior, etc., etc.
Son explicaciones muy respetables, pero muy centradas en el detalle de un par de datos. Nosotros añadiríamos una hipótesis más general : ¿y si el mercado está empezando a fijarse más en la economía que en la inflación? Al final, una economía fuerte significa buenos resultados para las empresas, siempre y cuando la inflación no se descontrole. Y es un hecho que la inflación está bajando, aunque sea lentamente. Por ejemplo, la medida preferida de inflación actual de la Fed, la inflación subyacente excluida la de la vivienda (por motivos que no tengo espacio aquí para explicarles) ha bajado ya al 3,4 %.
Habrá que vigilar, es sólo una posibilidad, pero si hubiera algo de cierto en lo anterior habría que empezar a valorar de otra forma las noticias, so pena de estar mirando hacia el lado contrario al que mira el mercado. Y por las mismas hay que vigilar que la inflación no vuelva a orientarse al alza, porque en ese caso la Fed no va a dudar sobre cuál es su prioridad y ya conocen el consejo: "no te enfrentes nunca a la Fed".