Opinión

El futuro de nuestras pensiones se construye ahora

  • Las herramientas de ahorro también sirven para captar talento
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Da la sensación de que llevamos mucho tiempo hablando del futuro de las pensiones, tal vez más de una década, pero no cabe duda de que la nueva Ley de Regulación de los Planes y Fondos de Pensiones, recientemente aprobada, ha establecido un momento clave en el impulso de planes complementarios a las prestaciones de la Seguridad Social en las empresas. Trabajar para que estas soluciones sean una realidad en todas las organizaciones de España es labor de todos, pero lo que está claro es que el futuro es ahora y su construcción empieza hoy.

Ahora bien, como punto de partida y análisis para ver de dónde partimos ¿en qué situación nos encontramos en las compañías españolas en cuanto a estas soluciones de previsión social?

Según el Tercer Barómetro de Previsión Social para la jubilación de Nationale-Nederlanden Employee Benefits, menos del 10% de las empresas medianas o grandes en España tienen contratado algún producto de previsión social empresarial, lo que nos sitúa en un estado muy inicial en cuanto a su implementación. A este dato se suma que solo un 9% de los empleados españoles cuenta con alguna solución de ahorro complementario a la pensión pública de jubilación a través de su empresa. Por tanto, se trata de un número pequeño de empresas y afecta a un número pequeño de personas, por lo que el camino a recorrer es largo, y además no está exento de retos.

Lo bueno es que estas soluciones complementarias sí que gozan de una buena valoración por parte de los empleados, con un 65% de los que se benefician que así lo considera. En este sentido, también hay que tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, concretamente en un 63%, las aportaciones a estos productos se realizan en conjunto entre la empresa y el empleado.

En cuanto a las ventajas que tanto empleados como empresas pueden obtener de la implementación de estas soluciones, cabe destacar que se trata de una herramienta de retención de talento, al ser los empleados que se benefician de este tipo de productos los que están más satisfechos con su situación laboral. Igualmente, se plantea como una herramienta para captar talento, ya que el 42% de las personas lo tendría en cuenta a la hora de elegir su próximo trabajo.

Una obligación de colaboración

La sostenibilidad del actual sistema de pensiones tal y como está diseñado hoy está en juego y de ello son conscientes tanto empresarios como empleados, y el propio Gobierno. De este modo y ante la necesidad de complementarlo, el 61% de los empleados españoles cree que debería ser obligatorio para las empresas ofrecer productos para complementar la pensión pública de jubilación, algo que ya es una realidad en algunos países de la Unión Europea. A esto se suma que más del 51% asegura que invertiría parte de su salario en ello y aportaría, de media, más de 1.700 euros al año.

Entonces, si la intención es lo que cuenta y la intención existe ¿qué impulso necesitan los planes de pensiones? Obviamente, el primer paso y en el que ya se está trabajando es el legislativo, la entrada en vigor de la nueva ley va en ese sentido a través de retomar ciertas bonificaciones fiscales y reducciones de cotizaciones sociales, que sin embargo no parecen suficientemente atractivas. En línea con esto, casi la mitad de las empresas creen atractivo el incentivo fiscal de las aportaciones a los sistemas de previsión social, según el mismo barómetro.

A la falta de claros apoyos fiscales, se suma que las empresas consideran que estos sistemas son complejos de implantar y que, hasta ahora, no lo han interiorizado como una responsabilidad suya sino del individuo, a lo que se suman los costes elevados y que siempre se ha considerado que era una responsabilidad del Estado. En este aspecto sí que parece que la nueva legislación va a ayudar de una forma clara al reducir la carga administrativa que actualmente supone crear un Plan de Pensiones de Empleo al crearse la figura de los planes de pensiones simplificados.

En esta línea, el barómetro nos indica que cuatro de cada diez empresas creen que, en un futuro cercano, la contratación de programas para la jubilación de los empleados será obligatorio por ley. Para ver si están en lo correcto deberemos comprobar si se incluye la previsión social complementaria en la negociación de los convenios colectivos sectoriales.

En definitiva, por primera vez en la historia estamos ante una conciencia colectiva que empieza a cambiar y en la que tanto empresas como empleados, como la propia administración, reconocen que el actual sistema de pensiones debe recibir ayudas y que la solución pasa por apostar por las soluciones complementarias. Las empresas son conscientes de que puede llegar a ser un precepto obligatorio en los próximos años y, como siempre, y especialmente si la fiscalidad ayuda y la colaboración es viable como parece ser, adelantarse a los tiempos hace que el futuro se empiece a dibujar. Trabajemos desde ya para que ese futuro sea beneficioso para todos.

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