
La afiliación sufrió su peor cierre de agosto respecto a julio en 15 años, con 400.000 cotizantes menos. A ello se suma el aumento del desempleo en 40.428 personas. Los datos confirman el mal desempeño del pasado mes y muestran que las empresas son conscientes de la gravedad de la actual crisis y la están trasladando ya a la gestión de sus plantillas.
Unos temores que irán a más con la llegada del otoño amenazando con deteriorar más los indicadores de empleo, que son a los que el Gobierno recurre para defender la recuperación económica. Existe así al riesgo de que a las caídas del crecimiento, la actividad industrial y el alza de los precios, se sume una destrucción de empleo aún mayor a la observada en este verano negro del mercado laboral.