
El gasto público se incrementará en 17.000 millones en 2023. Una cifra que supera el nivel marcado por Bruselas, situado en 15.000 millones.
Los compromisos de Sánchez con la OTAN y los intereses de la deuda suponen 1.805 millones del desembolso extra. Pero el resto se debe a la revalorización de las pensiones al IPC (más de 14.000 millones) y a la subida de sueldo a los funcionarios (775 millones). Ante este aumento, el Gobierno debería promover medidas de ajuste para compensarlo. No solo porque lo pida Europa, sino porque el alza del gasto público engorda la ya elevada muy deuda española. Esto supone un serio riesgo ante las inminentes subidas de tipos de interés en la eurozona, que encarecerán la financiación.