El amago de opa de ACS sobre Atlantia desató la guerra entre estas dos compañía y paralizó la actividad en Abertis, donde italianos y españoles se reparten el capital. Por fortuna, los dos socios han sellado la paz y se han comprometido a apoyar a la operadora de origen catalán en las futuras adquisiciones de autopistas que pretenda acometer.
A la vista está que el fin del conflicto supone una excelente noticia para Abertis. Más aún si se tiene en cuenta que las recientes desinversiones multimillonarias ejecutadas por ACS y Atlantia supondrán una importante inyección de recursos para Abertis. En concreto, 10.000 millones con los que la concesionaria podrá impulsar su crecimiento internacional y compensar la pérdida de activos en España.