Dice sabiamente el refranero eso de "dime de qué presumes y te diré de qué careces. Y este gobierno de la coalición sanchista-podemita, que tanto presume de tomar medidas en favor de la ciudanía y de no dejar a nadie atrás, a la hora de la verdad es el principal aliado de los poderosos y, de forma especial, de los bancos, a los que acaba de salvar de tener que atender obligatoriamente las reclamaciones de sus clientes y de justificar las decisiones que adopten sobre ellas.
Sin ningún tipo de reparos ni de escrúpulos, el Grupo Parlamentario Socialista rechazaba en el Congreso, el pasado 11 de mayo, una proposición no de ley (PNL) del Partido Popular para que las resoluciones del Banco de España sobre reclamaciones de los consumidores a los bancos pudieran ser vinculantes o, al menos, que las entidades bancarias tuvieran que justificar su no cumplimiento obligatoriamente.
Expone la citada PNL que, ante la pasividad del ministro de Consumo, el estéril Garzón, en 2020 las reclamaciones al Banco de España por parte de los usuarios de los bancos se incrementaron un 53,9%, hasta un total de 21.320, y las consultas se elevaron hasta 46.884, un 45,6% más. Cifras que muestran el deficiente funcionamiento de los Servicios de Atención al Cliente.
Del total de las reclamaciones presentadas el Banco de España solo emitió 7.094 resoluciones, el 33,3% de las recibidas, de las cuales 4.755 fueron informes favorables al consumidor, lo que representa el 69,4% de las tramitadas y el 22,3% de las presentadas. Pero la desprotección que sufren los consumidores se refleja en que solo 3.302 de los clientes reclamantes, el 15,5% del total, vieron rectificada la conducta objeto de reclamación mientras que los bancos ignoraron 1.453 informes favorables a los reclamantes, dado que los informes no son vinculantes para las entidades.
En 2021 las reclamaciones de usuarios tramitadas se elevaron a 34.341, un 61,1% más, y sólo en el primer trimestre de este año fuentes consultadas del Banco de España afirman que ya son unas 13.000 las reclamaciones presentadas por los clientes de los bancos lo que elevaría la proyección anual hasta las 56.000, más del doble de las denunciadas en la PNL. Son reclamaciones referentes al déficit de la atención presencial, la brecha digital, las hipotecas, las tarjetas, cuentas y depósitos, "evidenciando que los bancos prestan cada vez un peor servicio".
Las Asociaciones de Consumidores vienen denunciando también, sin que les atiendan, la "pasividad" de los Servicios de Atención al Cliente de los bancos por los incumplimientos de la normativa de protección al consumidor, por la publicidad engañosa y porque actúan con falta de transparencia. Bancos que cambian sin previo aviso las condiciones de los depósitos de sus clientes, que presumen en sus propagandas de entrevistas y de responder en el momento mientras mantienen sucursales con un solo empleado, próxima a un gran centro comercial en algún caso, y que cierran la oficina cuando el trabajador está de baja con los consiguientes perjuicios para los clientes. Y esto ocurre en un país con más de 3 millones de parados.
Claro que, a lo mejor, este posicionamiento de Sánchez y del PSOE tiene que ver con el próximo vencimiento de la mayoría de los avales por los créditos del ICO que están avalados por el Gobierno que, de momento, calla sobre como y cuando va a pagar el aval de los préstamos impagados que pueden superar los 20.000 millones de euros -El Banco de España estima ya que 3.000 millones impagados y otros 17.900 en vigilancia especial- lo que obligará al Tesoro Público a endeudarse en los mercados, justo cuando suben los tipos de interés y ante el fin de las compras del BCE.
Sea por lo que fuere, lo cierto es que en esto es en lo que ha quedado la foto de Nadia Calviño -ahí si posó la ministra- con Carlos San Juan, el promotor de "soy mayor, no idiota". Y lo grave es que no se trata sólo de la brecha digital, sino un caso añadido en el desprestigio de las instituciones y la asfixia económica al contribuyente que tan bien se trabajan este gobierno y sus socios de la Frankestein.