
Ahora que el año 2021 acaba y empieza el año 2022, me gustaría hacer un experimento, o quizá un acertijo, entre todos los que tenéis la paciencia de leer mis reflexiones. Voy a intentar describir un contexto y me gustaría saber de que sector creéis que se trata.
No, mal pensado, no lo hago por miedo a represalias del sector en el que esté pensando yo. Es que creo que encaja en más de uno. ¿Y tu, qué piensas?
Un día cualquiera, a las 12 de la mañana. Es importante la hora, tiene que ser después de las 11:30 h. Todo el mundo sabe que las necesidades propias de un negocio se generan entre las 8:30 h de la mañana y las 11:30 h, cualquier día entre semana.
El resto del tiempo los negocios ya no sufren ningún tipo de contratiempo que les obligue a acudir al local del prestador del producto o servicio del que estamos hablando. El sujeto de nuestra historia es el propietario de un pequeño negocio.
Entra en un local donde un o una joven encantador/a le atiende con una sonrisa en los labios. "¿Qué deseas? No importa. Lo tenemos y te lo vamos a dar. Al mejor precio, en las mejores condiciones. Estés donde estés, no tengas la menor duda".
Está muy claro, le ha convencido." Lo que necesites te lo vamos a conceder. Eres el cliente tipo, el que estamos buscando. Y del precio ni hablamos, no lo encontrarás más barato". Todo queda claro. El propietario de un pequeño negocio firma sus contratos y se va convencido de que ha hecho el negocio de tu vida.
Dos semanas después, se enteras de que le han cobrado por algo que no tenía ni idea que pudiera existir. Llama por teléfono. Pregunta. Y le aclaran que "es que la empresa ha decidido cobrar por ese concepto". Se defiende: "oiga, que usted me dijo que no me cobrarían por nada".
No duda la agradable señorita en aclararle que no es ella, es que la empresa lo ha decidido y que ella no puede hacer nada. "igual no era tan buen negocio", empieza a pensar.
"Nada parece coincidir con lo que aquella amable señorita le había prometido el primer día"
Tres meses después necesita que hagan algo por su negocio. Es otro producto que el día de la firma le habían asegurado que no tendría problema alguno en obtener. Quiere comprar ese producto. Pero ahora le dicen que no se lo venden. "¿Por qué? Si lo voy a pagar".
Ya, pero es que su sector está mal visto y los compañeros que tienen que decir si o no han decidido que en ese sector no quieren colocar su producto.
"A ver, esa persona que ha dicho que no, no sabe nada de mi". Si, si, ha visto sus papeles, pero está en un sector complicado y a él no le va a vender su producto.
Cada vez estás más enfadado. Nada parece coincidir con lo que aquella amable señorita le había prometido el primer día. Ahora, su empresa tiene un problema a las 13 h. Y acude al local donde la empresa en cuestión vende sus productos y servicios. Pero no puede hacer nada. A las 11:30 h se cierra todo.
"Señorita, usted podrá hacer algo". Uy que va, no me dejan hacer nada. Es imposible. Vuelva mañana. "Pero si es que hoy lo tengo que arreglar si o si. De lo contrario, voy a perder unos ingresos importantes". Lo siento señor, pero es que mi entidad no me deja hacer nada. Vuelva mañana.
No te quiero contar el enorme cabreo que este pequeño empresario ha acumulado. Pero no va a ser el final. En el mes de julio quiere comprar una serie de productos que necesita para la buena marcha de su negocio. Llama al local. Se lo coge una voz que no conoce de nada. Pregunta por la amable señorita.
Está de vacaciones. "¿Está su jefe?". La señorita le había informado de que, si ella no podía atenderle, lo podría hacer su jefe, y lo intenta. Uy, tampoco está, se ha puesto enfermo y no sabemos cuando se reincorporará. "Seguro que usted me puede ayudar". Que va, que va, yo no soy comercial. Verá, espere usted que termine las vacaciones la amable señorita.
"Deberíamos tratar de acabar con la posición de fuerza que la actual normativa les confiere"
Es tremendo. Más, cuando la ley, las normas, las costumbres y todo lo demás te obligan a que tu negocio deba operarse necesariamente con la empresa de la amable señorita; gran parte de la operativa has de hacerla por ley con ellos.
No se puede prescindir de contar con una empresa de ese sector para casi gran parte de lo que un negocio tiene que hacer. Pero a esta empresa le importan muy poco tus necesidades. Solo les preocupa su cuenta de resultados, el valor que le aportan a su accionista, las normas de su regulador…
No creas que este relato es fruto de la imaginación. No tengo tanta. Este es un relato de hechos que han ocurrido en los últimos meses. Que me ha ocurrido a mi. Yo siempre hablo de empatía. Pero en este sector, la empatía no es su fuerte.
¿Ya sabes de quien hablo? Pues si, no lo dudes, estoy hablando de los bancos. Seguro que no te has equivocado, y deberíamos tratar de acabar con la posición de fuerza que la actual normativa les confiere. Acabemos con el abuso. ¿Cómo? Ni idea.