
Competencia estrecha el cerco sobre Renfe para que facilite la entrada de nuevos operadores de alta velocidad en el mercado ferroviario nacional. En concreto, el organismo regulador aboga por obligar al operador a alquilar sus trenes, ceder maquinistas y dar entrada en sus talleres a los competidores.
Pide incluso que no se renueve a Renfe el contrato de Cercanías. Es obvio que las medidas de la CNMC perjudican el negocio de Renfe en nuestro país, pero son necesarias para la correcta aplicación de la liberalización del transporte por ferrocarril, que la UE exige que entre en vigor de forma total a partir de 2020. No obstante, es fundamental que Bruselas vigile para que la liberalización ferroviaria se aplique con el mismo rigor en todos los países comunitarios.