Opinión

Espionaje a medida del interés de González

Las grabaciones del excomisario Villarejo revelan que el expresidente de Colonial, Luis Portillo, fue espiado a partir de noviembre de 2009.

Las escuchas a este empresario no se reducen a un hecho aislado, sino que presentan todos los indicios de servir a un interés muy concreto de BBVA y, en especial, de su entonces presidente, Francisco González. No en vano, Colonial era uno de los grandes deudores del banco (debía 70 millones). Existen también pruebas de que un propósito idéntico, presionar para cobrar una gran deuda, hizo que Villarejo recibiera el encargo de espiar al expresidente de Martinsa, Fernando Martín. Una vez más todo apunta, por tanto, a unas escuchas ilegales realizadas a la medida del expresidente del BBVA.

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