El gran peso económico alcanzado por China, y otros factores como su gran interés por invertir en América Latina, no impiden que el gigante asiático tenga una presencia apenas testimonial en el Ibex. Su presencia se reduce a dos únicas gestoras que tienen pequeñas participaciones en Repsol, Merlin y Meliá.
Esta situación contrasta no sólo con la amplia inversión china en las bolsas del norte de Europa, sino también en firmas de países meriodionales como Portugal y Grecia.
Se trata de una situación que no es coherente con las oportunidades que la economía española ofrece. La visita del presidente Xi Jinping de esta semana ofrece una ocasión que debe aprovecharse al máximo para corregir este tipo de anomalías.