
Endesa reducirá su dividendo en 2021, desde el actual 100 por cien hasta el 80%. Aun así, repartirá entre sus accionistas 5.940 millones. Enel, que posee un 70%, es la gran afectada por la menor retribución. No obstante, el sacrificio de la italiana es lógico, ya que permite a Endesa afrontar inversiones sin necesidad de incrementar su nivel de endeudamiento.
Más allá de la recapitalización, lo realmente importante es que el posible escenario de cierre de centrales térmicas y nucleares aboca a Endesa a invertir en renovables y distribución para seguir creciendo. De hecho, destinará 6.400 millones hasta 2021, un 35% más, en dichos negocios. El menor dividendo, por tanto, da músculo a Endesa para acometer inversiones necesarias.