Opinión

La banca española, aún abocada a ajustes

Los bancos españoles terminaron el primer semestre con un recorte de plantilla superior en un 33% al acometido en todo 2017.

Es cierto que ese año fue excepcional, ya que los despidos en el sector bajaron a niveles precrisis.

Además, es inevitable que en 2018 se noten los efectos de fusiones de tanto calado como las propias de Santander y Popular, por un lado, y Bankia y BMN por otro. Ahora bien, constituiría un error considerar que el fuerte ajuste de este año es un traspié temporal.

Al contrario, el contexto para las entidades aún es difícil por la lenta recuperación del negocio crediticio y las nuevas exigencias regulatorias.

Los bancos tienen, por tanto, que seguir mejorando su rentabilidad y esa acción exige contar con estructuras más eficientes.

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