Los resultados de Mediaset no convencieron al mercado. De hecho, arrastró aún más a la acción, que cae el 26,7% desde enero, situándose como el segundo peor valor del Ibex en 2018.
A pesar de ello, los analistas recortan el precio objetivo hasta un 21%. Sin duda, los expertos valoran la mayor competencia de firmas como Netflix o HBO.
Aunque también valoran la falta de adaptación de Mediaset a las nuevas tendencias de los anunciantes. Al contrario que la televisión de pago, el grupo no da muestras de ser capaz de amoldarse a una publicidad que exige personalización e inmediatez.
Su alarmante retraso, unido a la menor audiencia pese a contar con eventos como el Mundial de Fútbol, elevan las dudas sobre la capacidad de crecimiento de la compañía.
