Hombre apocado aguanta las irracionales embestidas de mujer, histérica, malcarada y superficial. Un clásico de la cultura española revisitado por nuestros amigos del Plan de Educación Financiera, un programa destinado a "concienciar a los ciudadanos de la importancia de adquirir un adecuado nivel de cultura financiera en las diferentes etapas de la vida". Con "diferentes etapas de la vida" quieren decir desde el colegio.
La banca, las aseguradoras, las cámaras de comercio, el Ministerio de Cultura, lo más granado de la economía y la educación españolas están implicados en el Plan de Educación Financiera, muy cuestionado tanto por quiénes deben ser los docentes en esta materia como por el hecho mismo de su pertinencia. Esos debates, complejos y largos, los dejaremos para otro día si no les importa. Hoy conviene hablar de algo más evidente, la educación que les falta a los promotores del plan, la de género. Porque entre tanta cabeza distinguida no han sido capaces de advertir o no ha parecido relevante el relato profundamente sexista que plantea su último spot promocional, motivado por la próxima celebración del "Día de la Educación Financiera".
El tipo está nervioso, no encuentra el sitio al que van y teme que ella estalle. Ella le llama Carlos, a gritos. Él la llama "cariño" con voz temblorosa. Ella no le deja siquiera tocar los controles del GPS, la pone nerviosa. Ella, como mujer que es, es capaz de abroncarle a él y, mientras, criticarle con una amiga con la que habla por teléfono, a la que se refiere como "querida" en un tono verdaderamente aborrecible. Y, entre bronca y bronca, se retoca el carmín. Porque las mujeres, ya se sabe, son criaturas vacías y vanidosas cuya mayor realización es ser las más guapas del evento de turno.
Al final del spot, que para colmo es malo, se evidencia que el hombre no tiene culpa de nada pero ella, tozuda como mujer que es, no reconoce su error sino que ahonda en sus reproches.
Durante la segunda República Española, mientras se discutía el sufragio femenino, el doctor (¡doctor!) Novoa Santos de la Federación Republicana Gallega-PSOE, planteó la inconveniencia de que las mujeres votaran en estos términos: "... La mujer es toda pasión, todo figura de emoción, es todo sensibilidad; no es en cambio, reflexión, no es espíritu crítico, no es ponderación; la mujer es histerismo".
Pues eso, que el anuncio tiene la conciencia de género que gastaba España en 1931. Si mi generación, además de conciencia de género, se pudiera permitir tener hijos, estaríamos todos muy preocupados por los valores que el Plan de Educación Financiera les fuera a inculcar.