
Recientemente Mariano Rajoy ha enviado una carta a Bruselas comprometiéndose a tomar medidas adicionales en la segunda mitad del año si gana el 26-J. No hay que olvidar que España cerró 2015 con un déficit del 5,1 por ciento del PIB, 10.000 millones de euros por encima del objetivo, y esto le puede suponer una sanción de hasta 2.100 millones. De momento Bruselas ha aplazado esta decisión hasta después de la cita electoral.
Rajoy venía manteniendo que no hacen falta recortes adicionales, más allá del acuerdo de no disponibilidad de gasto para 2016, que supone un ahorro de 4.000 millones entre la Administración Central y las autonomías, y que podría ampliarse a 2017. Pese a que Bruselas pide recortes en torno a 8.000 millones, Rajoy ha llegado a mostrarse favorable a una futura rebaja de impuestos. En la susodicha carta, Rajoy mantiene un discurso distinto y más en línea con las peticiones de Bruselas.
El ministro De Guindos, mantiene que España no necesita ajustes en estos momentos como un recorte absoluto del nivel de gasto y una subida de impuestos y, considera que hay margen para una bajada de impuestos siempre y cuando el crecimiento se mantenga en los niveles actuales. Pero, ¿es realista esta afirmación? Vamos a contextualizar:
Los objetivos principales de la política fiscal son acelerar el crecimiento económico, plena ocupación de los recursos productivos de la sociedad, tanto humanos como materiales y capitales, y la estabilidad de los precios. Nos encontramos con dos tipos de política fiscal:
Política fiscal expansiva: se presenta cuando se toman medidas que generen aumento en el gasto público o reducción de los impuestos, con el objetivo de estimular la demanda agregada, especialmente cuando la economía está atravesando un período de recesión y necesita un impulso para expandirse. Como resultado se tiende al déficit o incluso puede provocar inflación.
Los efectos de esta política son el aumento del consumo privado debido al aumento de la renta disponible; en la inversión el aumento del tipo de interés afecta negativamente a la inversión y el aumento de renta favorece las ventas y por tanto estimula el gasto de inversión, por lo que, la inversión aumentará o disminuirá según la fuerza de cada efecto; aumentará el ahorro privado debido al incremento de la renta disponible; el ahorro público por un lado disminuye debido al aumento de los gastos públicos pero el aumento de renta hace que el ahorro aumente por la recaudación de impuestos.
Política fiscal contractiva: se presenta cuando se toman decisiones que buscan un gasto público reducido, aumento de impuestos, o una combinación de ambos, con el objetivo es frenar la demanda agregada, por ejemplo cuando la economía está en un período de excesiva expansión y tiene necesidad de frenarse por la excesiva inflación que está creando.
Como resultado se tiende al superávit. Es la que hace disminuir la demanda agregada, a fin de generar un exceso de oferta agregada de bienes, lo que finalmente hará reducir el nivel de ingreso. En este caso, los efectos son la disminución del consumo privado debido a la caída de la renta disponible; la inversión queda indeterminada porque por un lado aumenta debido a la bajada de los tipos de interés y por otra parte aumenta debido a la caída de la renta que hace que las ventas sean menores; el ahorro privado disminuye y el ahorro público queda indeterminado porque por un lado aumenta debido al incremento de los impuestos pero la caída de la renta hace también disminuir la recaudación de impuestos.
Y por último añadimos el componente del desempleo. España tiene un nivel de desempleo en torno al 20 por ciento de la población activa, con lo que si bien la bajada de impuestos favorecería la renta de esas personas, habría que analizar el impacto que tiene sobre el consumo, y por lo tanto el crecimiento, vía la propensión marginal al consumo y la propensión marginal al ahorro.
Históricamente el PP ha tendido a activar la economía vía la reducción impositiva, pero la situación era distinta, ni la tasa de desempleo era tan alta como ahora, ni la presión de la UE en cuanto a los ajustes, especialmente la reducción de déficit era tan grande. Estamos en periodo electoral, nos queda por ver muchos ajustes, que aunque duros, es necesario se terminen de implementar.