Opinión

Cautela en el mercado hipotecario

Tanto la banca como los clientes deben evitar los errores propios de los años del 'boom' en el sector inmobiliario.

La banca lucha por recuperar su negocio tradicional, prestar dinero, para ganar rentabilidad real. La evolución de la concesión de hipotecas, -que sufrió especialmente la crisis- lo refleja con notoriedad. Hasta el punto de que se ha desatado toda una guerra bancaria para ofrecer los mejores diferenciales. La bajada de esas variables -donde el mínimo actualmente se sitúa en el 0,99 por ciento-, y el desplome de euribor, que se encuentra en el 0,15 por ciento, han conseguido abaratar el coste de estos créditos hasta niveles propios del boom inmobiliario. Estas circunstancias, unidas a la mejora económica, han motivado un ligero incremento en la concesión de hipotecas que sin embargo, aún se aleja de los niveles previos a la crisis: la banca concede ocho veces menos crédito para vivienda que en 2007. El pasado marzo se entregaron 2.020 millones para este tipo de operaciones, un 88,22 por ciento inferior a lo otorgado en idéntico mes de 2007. Son unos datos que demuestran que, a pesar del cambio de ciclo, todavía queda recorrido hasta que el mercado hipotecario vuelva a la completa normalidad. A la espera de ese momento, es deseable que la banca mantenga su actitud prudente actual y no se deje llevar por los excesos del pasado. Los tiempos de préstamos por el 110 por ciento del valor de la vivienda o de los requisitos laxos para el solicitante han pasado. Del mismo modo, los clientes también deben ser conscientes de los compromisos que entraña este producto, ya que se trata de una inversión a largo plazo. El actual estado que presenta el euribor es excepcional y cabe esperar importantes subidas durante la prolongada vida del préstamo. Entidades y clientes han de mantener la cautela.

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