La caída de los ingresos durante la crisis había provocado que las empresas repartiesen entre sus accionistas más dinero del que estaban ganando. Tanto es así, que incluso algunas compañías se veían obligadas a utilizar sus reservas para mantener el dividendo que distribuían. Sin embargo, todo indica que en 2015 la tendencia va a cambiar. Las ganancias de las grandes firmas del Ibex crecerán en este ejercicio, lo que ayudará a que las empresas sean capaces de afrontar las políticas de retribución y sólo se comerán el 60% de las ganancias esperadas. Un porcentaje que baja por primera vez desde el año 2008 y que demuestra la existencia de un mayor dinamismo en el mercado, lo que mejora los balances de resultados al ritmo de la recuperación económica.