Opinión

¿Por qué acepta Twitter la oferta de Musk?

El Consejo de Administración de Twitter ha aceptado finalmente la oferta de Elon Musk, quien aumentó el precio desde los 43.500 millones iniciales a 44.000 millones de dólares, gracias a un "infiltrado" en el Consejo de la red social, Jack Dorsey.

Dorsey no solo es el cofundador de Twitter, sino también, y con permiso de Musk, el accionista más grande de la compañía. La entrada de Musk le permitió afrontar una lucha interna ya dilatada en el tiempo contra el resto del Consejo causada por la falta de alineamiento en los intereses de la compañía, no solo como usuarios de la red social, sino también como accionistas.

La pregunta ahora es por qué Dorsey ha estado luchando contra el Consejo de Administración, del que es miembro, y cómo él y Musk han podido salirse con la suya. Más aún, teniendo en cuenta que la famosa "píldora venenosa" podría complicar las cosas hasta el punto de que Musk pudiera finalmente no continuar con la OPA y vender todas sus acciones de Twitter.

Debemos recordar que tanto Musk como Dorsey tienen una empatía profesional muy dilatada en el tiempo, pero sobre todo y lo que es más importante, son amigos personales, con intereses en común en lo que respecta al desarrollo tecnológico y todo lo vinculado a las criptomonedas. Un interés que queda patente no solo en el historial de los tweets publicados por ambos en la red que ahora adquiere Musk, sino también en el hecho de que ambos son acaudalados inversores de este mercado en diferentes criptomonedas. Debemos recordar, además, que, por un lado, la fintech financiera Square, llamada ahora Block, fue fundada por Jack Dorsey y, por otro, que Musk permitió durante un tiempo la compra de sus vehículos eléctricos Tesla con Bitcoin, además de vender merchandising de la marca aceptando Dogecoin.

Ya en 2016, Musk apoyó públicamente a través de Twitter a Dorsey cuando el Consejo de la compañía pretendía expulsarle del cargo de CEO. Y, precisamente, esta amistad forjada con el tiempo ha sido la clave para que el Consejo aceptara la oferta de Musk.

En el momento que Musk escribió públicamente que quería hacer privada Twitter y comprarla por 54,2 dólares la acción, el Consejo aprobó el mecanismo de "píldora envenenada" para impedir que la OPA tuviera éxito. Rápidamente, a través de otra publicación, Musk destacó la incapacidad del Consejo de gestionar correctamente una compañía en la que no tenían sus intereses alineados con la evolución de Twitter, publicando, además, el porcentaje de participación que tenían como accionistas.

El texto decía literalmente: "Si el actual Consejo de Administración de Twitter toma acciones contrarias a los intereses de los accionistas estarían rompiendo su deber fiduciario. La responsabilidad que asumirán sería de una escala titánica". El propio Dorsey afirmó que el resto de miembros del Consejo no velaban por los intereses de la compañía.

De esta forma, se hizo pública la representación en acciones que tienen cada uno de los miembros del Consejo. A excepción de Dorsey, el resto de miembros no alcanzan apenas el 0,15% de Twitter, frente al más del 2,2% de Dorsey y el 9,2% de Musk. Lo más sorprendente es que uno de los miembros del consejo ni siquiera tiene una sola acción, lo que deja de manifiesto la afirmación de Elon Musk de que los intereses del consejo de administración simplemente no están alineados con el resto de los accionistas.

Para desincentivar el estatismo del Consejo, Musk afirmó que en el momento en el que se hiciera cargo de la compañía y la hiciera privada reduciría a "0" los salarios del Consejo. Algo que también dejó por escrito en un tuit: "El salario del Consejo será de $0 si mi oferta tiene éxito, así se ahorrarán 3 millones de dólares". Un texto con el que puso de manifiesto que la actual retribución no estaría justificada desde el punto de vista de la gestión empresarial realizada.

Por todo ello, la aceptación de la oferta ha sido tan rápida. Dorsey no podía contener la satisfacción de ver cómo su lucha interna durante todos estos años ha dado sus frutos gracias a la intervención de Musk, su gran amigo. Y así lo expresa a través de la red social: "¡Estoy muy feliz de que Elon se una al Consejo de Twitter! Se preocupa por nuestro mundo y el papel de Twitter en él". La satisfacción de Dorsey es doble. Por un lado, recupera los orígenes de lo que supuso esta red social hace casi 15 años cuando la fundó; por otro, con el apoyo de Elon Musk, podrá conservar la ética empresarial que ha perdido con los años debido al Consejo de Administración.

El haber incrementado la oferta desde los 43.500 millones hasta los 44.000 millones ha permitido que el Consejo rápidamente la aceptase, al ver cómo sus intereses personales han quedado en evidencia por encima de la gestión de la compañía. A pesar del apoyo financiero de Morgan Stanley para financiar la operación, es probable, aunque no está confirmado, que Musk haya podido iniciar la venta de parte de las acciones, lo que ocasionó un gran revuelo en la cotización de Tesla, (que cayó un 12%), para financiar la compra. Lo haría, independientemente del acuerdo alcanzado con Morgan, para pignorar las acciones como garantía de la financiación.

Actualmente, los mercados consideran que esta oferta es suficientemente interesante ante el futuro que se avecina.

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