
El Ibex cotiza con un PER -veces que el beneficio previsto está contenido en el precio de la acción- de 12,62 frente a la media europea, marcada en 14,08.
Esta diferencia muestra que la bolsa española está barata, lo que eleva su interés de compra para los inversores. Pero el descuento no es el único atractivo que presenta. Igual de importante es el predominio en el indicador de las acciones de calidad a precio razonable (value) frente a las de crecimiento (growth). Las primeras pertenecen a sectores estables pero con menor potencial bursátil. Esto fue un hándicap para el Ibex en años pasados. Pero la historia demuestra que en momentos de incertidumbre como el actual, el alto peso del value convierten al selectivo nacional en un buen refugio.