
El Gobierno quiere incluir las pensiones en su propuesta de pacto de rentas para evitar que los mayores precios por la guerra tengan un coste inasumible. En concreto, pretende limitar la revalorización anual de las nóminas, ligada desde enero a la inflación media entre diciembre y noviembre del año precedente.
Con ello, evitaría no solo que el coste de las pensiones se dispare en 2023. También se reduciría el desequilibrio que existe entre la creciente cuantía de las nuevas pensiones y los sueldos de las últimas generaciones de trabajadores. Poner un límite temporal al alza de las pagas de los jubilados es una medida necesaria, pero se podría haber evitado si el Ejecutivo no hubiera cometido el error de volver a vincular las pensiones al IPC.