
Parte de las asociaciones de trabajadores por cuenta propia rechazan el fondo público de pensiones. Critican los limitados incentivos, que consideran insuficientes para convencer a los autónomos de que traspasen sus planes privados de pensiones al público.
Es cierto que con la nueva normativa este colectivo podrá deducirse por las aportaciones hasta 5.750 euros frente a los 1.500 actuales. Pero también es verdad que esa cantidad queda lejos de los 10.000 euros que los trabajadores asalariados podrán desgravarse en el IRPF. Esa diferencia del 42% dificulta el éxito del plan de ahorro entre los autónomos. Además supone una total incongruencia, ya que uno de los supuestos objetivos del Gobierno para elaborar el fondo público era favorecer a este colectivo.