
Pablo Casado y Teodoro García Egea afrontan el fin de su etapa al frente del PP. Este desenlace queda marcado por la manera en la que se produce, tras un enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso que les ha costado perder el respaldo de los barones, del grupo parlamentario y de su propia Ejecutiva.
Los errores en esta sucesión de acontecimientos han sido claros. Pero no deben empañar el conjunto del legado de su gestión en los casi cuatro años de ambos al frente del partido. En este tiempo han unificado las sensibilidades de una formación dividida tras la marcha de Mariano Rajoy. Y construyeron una oposición de corte liberal en lo económico y cercana a Europa que sienta las bases del camino que debe recorrer a partir de ahora el PP.