El rumor sobre un endurecimiento de las exigencias de capital del BCE a los bancos españoles provocó caídas en bolsa de esas entidades.
Sin embargo, aun cuando es posible que Fráncfort dirija esa directriz a determinadas entidades, nadie pude decir que la gran banca de nuestro país tenga sus deberes sin hacer. Al contrario, su amplio colchón de liquidez superior a los 8.000 millones, el regreso de la rentabilidad y el regreso del dividendo hacen que los analistas den su recomendación de comprar a unas entidades a las que hace pocos años rehuían. Sin duda, el sector debe mantener la guardia alta ante posibles repuntes de la morosidad, pero está en condiciones de cumplir con las positivas expectativas que le otorgan un potencial alcista del 15% en bolsa.
