
Los planes de pensiones individuales van camino de cerrar su peor ejercicio desde 2016, ya que los reembolsos hasta septiembre superan los 230 millones. Se evidencia así el perjuicio que causó la reducción de 8.000 a 2.000 euros, en los Presupuestos de 2021, de la aportación máxima a estos vehículos deducible en el IRPF.
El Ejecutivo ahondará tan errónea política en 2022, al rebajar otra vez el tope, hasta los 1.500 euros. Moncloa sigue inmersa en su dudosa estrategia de fomentar los planes de empresa, pese al retraso que acumula (el proyectado super-fondo público de pensiones carece aún incluso de reglamento). Por tanto, con el mayor castigo a los planes individuales, sólo conseguirá desincentivar aún más el necesario ahorro privado para la jubilación.