
La segunda parte de la reforma de las pensiones abocará a una nueva subida de la base máxima de cotización a la Seguridad Social.
La cuantía está aún por negociarse, pero lo que ya se puede afirmar es que, sea cual sea la cifra final, corresponderá a las empresas sufragar la casi totalidad (9 de cada 10 euros) de este incremento. Es, sin duda, una mala noticia considerando los altos pagos por cotizaciones sociales que las firmas afrontan en nuestro país. La expectativa de que el conjunto de sus costes laborales seguirá al alza en los próximos años afectará a su capacidad de crear empleo. Pero además, en el caso de las bases máximas, su incremento continuado (del 30% en 10 años sin compensación acorde en la cuantía de las pensiones) dificultará la atracción de talento directivo.