
Las comercializadoras de electricidad incurren en retrasos a la hora de expedir los recibos de sus clientes. Es una demora inevitable para ellas considerando los errores de las empresas distribuidoras de las que dependen, a la hora de facturar sus suministros a las comercializadoras. Esos errores tienen una causa clara.
Hay un nuevo sistema de peajes de la luz en vigor desde junio y la adaptación a la nueva forma de tarificar la luz aún no ha sido completa. Las demoras, por tanto, son explicables lo que no significa que vayan a ser neutras para muchos consumidores.
A estos últimos les llegarán con retraso los recibos lo que quiere decir que se pueden acumular varios pagos en un solo mes. Urge poner solución a esta molestia extra para los usuarios.