"Histórico" es el adjetivo más repetido a la hora de calificar el pacto del G-7 y el G-20 para aplicar un tipo mínimo del 15% en Sociedades, a escala global, sobre las multinacionales.
Sin embargo, los expertos muestran un creciente escepticismo ante la aplicación real del acuerdo. Se trata de dudas muy razonables considerando la difícil negociación parlamentaria que esta medida afrontará en cada uno de los países, incluido EEUU. Pero, además, las dificultades se multiplican en el caso de la UE, donde todo cambio que afecte a la soberanía fiscal se debe decidir por unanimidad. Todo apunta a que serán varios los Estados que rechazarán una armonización en Sociedades que coarta su legítima capacidad para ser más competitivos en materia impositva.
