
El Gobierno obtuvo el placet de la UE a su Plan de Reconstrucción. Es imposible que el aprobado despierte entusiasmo. No en vano libera un pago de las ayudas europeas menos cuantioso de lo previsto por el Ejecutivo, ya que todo apunta a que sólo 9.000 millones de su primer tramo se harán efectivos en 2021.
Pero, además, se equivocan quienes piensen que España superó el examen de la UE. La prueba de fuego llegará en junio de 2022 cuando Bruselas evaluará las reformas a las que las ayudas están condicionadas. Y el Gobierno se presentará con cambios en el mercado laboral que le privan de flexibilidad y una reforma de pensiones llena de peligrosas concesiones, como la indexación al IPC. La recepción del segundo tramo de ayudas, 12.000 millones, está así en el aire.