
Sanidad cumplió su amenaza y lleva al BOE sus nuevas restricciones "obligadas" (así figura en el texto) contra el Covid. El clamor de las autonomías que aglutinan a la mayoría de la población contra estas imposiciones es plenamente legítimo y se evidencia con el respaldo de la Audiencia Nacional a Madrid, dictando medidas cautelarísimas para suspender las nuevas restricciones.
No en vano el Gobierno incurre en una incoherencia flagrante, ya que fuerza a esos territorios a limitar derechos fundamentales, como la libertad de empresa (obligando a cerrar el interior de bares y restaurantes), sin que exista una declaración de estado de alarma que las ampare. Es más, tampoco hay vigente un marco legal que permite al Ejecutivo incumplir su promesa de devolver todas las competencias sanitarias a las autonomías e inmiscuirse en sus decisiones. Sanidad actúa así de un modo arbitrario e injustificable.