El repunte de la inflación en la que están inmersas las economías europea y estadounidense crea inquietud entre los inversores más conservadores. Un posible cambio en las políticas acomodaticias de los bancos centrales no es el único riesgo; además, se plantea el reto de obtener rentabilidades que batan al IPC.
Con todo, la jornada de elEconomista sobre Inversiones en un mundo post-Covid demostró que esa misión es alcanzable, incluso si la inflación se mantiene en el 2,5%. Ahora bien, resulta necesario desterrar el mito de que se puede invertir en renta fija con el piloto automático. Las ganancias requieren "táctica, flexibilidad y visión global", en otras palabras, una gestión activa que aún hay actores en este mercado que no asumen.