Opinión

La resiliencia de la cadena de suministro, clave para el abastecimiento global de la vacuna

Las vacunas del Covid obligan a mejorar las cadenas de suministro

Nunca una pandemia había golpeado a una sociedad tan globalizada e interdependiente. Según la Organización Mundial del Comercio, más de dos tercios del comercio mundial se produce a través de cadenas de valor globales (CGV), en las que los productos se elaboran en varios países diferentes para aprovechar la economía de escala y la producción de menor coste.

El mundo depende en gran medida de las cadenas de suministro, especialmente para asegurar que productos de primera necesidad lleguen a todas las personas alrededor del mundo. En el contexto actual, el objetivo de todo gobierno y administración pública es el de poder abastecer a sus respectivas poblaciones con la vacuna de la Covid-19 para así llegar a una situación de nueva normalidad y reactivar la economía lo antes posible.

Pero no es tarea fácil. Debido a la presión de la demanda global de vacunas y el corto espacio temporal con el que cuenta, la cadena logística ha llegado a una situación complicada y desafiante a varios niveles. Y el resultado, si no se aúnan los esfuerzos, puede ser devastador tanto en términos económicos como de calidad de vida de las personas.

La capacidad de desarrollar rápidamente la resiliencia de la cadena de suministro nunca había sido tan esencial. Optimizar y reforzar las cadenas de suministro globales para permitir un mayor volumen de bienes y servicios en movimiento de forma más rápida y segura, y reponerse ante las adversidades, constituye el último reto de la industria para asegurar que las vacunas lleguen a escala global.

Más compleja que nunca

La pandemia ha obligado a las empresas farmacéuticas, a los gobiernos y a los expertos en logística a poner en marcha rápidamente una cadena de suministro de enorme envergadura para suministrar un producto a una parte importante de la población mundial de casi 8.000 millones de personas. El esfuerzo no ha hecho más que empezar y tiene que ampliarse rápidamente para lograr cierta normalidad social y empresarial.

La urgencia tiende a desencadenar las peores amenazas para la cadena de suministro global, como la delincuencia y la corrupción. Además, las amenazas nacionales, regionales y locales no son las únicas que hay que tener en cuenta: ahora, también existen las amenazas digitales. Sin ir más lejos, este mismo año, medios de todo el mundo anunciaban que la cadena de suministro necesaria para distribuir la vacuna había sufrido una campaña global de phishing.

A esto se suma que la cadena de suministro global es más compleja que nunca: dispone de un gran número de actores diferentes, siendo la cantidad de procesos a sincronizar cada vez mayor. También a nivel tecnológico estos son cada vez más exigentes. ¿Cómo debería estar diseñada la cadena de suministro para no fallar en momentos tan críticos como el actual?

El valor de una cadena de suministro integrada

El valor diferencial está en diseñar una cadena de suministro integrada, que va desde la garantía de cumplimiento de las normativas locales y las medidas en el ámbito de la fabricación, pasando por los diferentes niveles de aprobación necesarios para trasladar determinados medicamentos de un almacén a otro, llegando hasta los elementos de seguimiento y localización necesarios en el transporte de vacunas y productos farmacéuticos.

Por ejemplo, en el caso de las vacunas, estas requieren temperaturas muy bajas durante el transporte y el almacenamiento. No es algo que pueda meterse simplemente en una caja y enviarse a través de una compañía de transporte común, sino que se necesitan suministros a gran escala.

En este sentido, un componente clave de la resiliencia de la cadena de suministro en la era digital y en continua transformación supone combinar de toda la demanda, la oferta, la mano de obra, la distribución y la automatización en un instrumento de precisión de la eficiencia en todas las instalaciones de la red, independientemente del tamaño físico, la velocidad o el volumen. Puede transformar lo que una instalación de distribución es capaz de hacer en un orden de magnitud.

Además, la cadena de suministro necesita la inteligencia aumentada de la IA y el aprendizaje automático para navegar por los volúmenes crecientes, pero también necesita involucrar su mano de obra e integrar las capacidades de automatización y robótica para garantizar la máxima eficiencia y niveles de seguridad en sus almacenes y centros de distribución.

Por otro lado, la falta de visibilidad del transporte, la volatilidad de los precios del combustible, la reducción de la capacidad, los nuevos aranceles, las normativas gubernamentales y los protocolos de bloqueo internacionales han contribuido a aumentar los costes y la presión sobre los márgenes. Por lo tanto, los sistemas de gestión del transporte deben ser más flexibles y responder a las presiones de los precios y los servicios para armonizar la gestión de la logística de entrada y salida.

Mayor resiliencia para los desafíos del futuro

El año 2020 demostró que la continuidad de la cadena de suministro no se debe dar por sentada. Durante la crisis de la Covid-19 ha sido imprescindible poder responder a los a cambios impredecibles de la demanda en cada mercado. Ahora, la distribución de vacunas representa la importancia de las cadenas de suministro globales, también en el futuro.

¿La conclusión? Es necesario activar rápidamente una cadena de suministro global integrada para la vacuna y que, al mismo tiempo, pueda sentar las bases para que otras puedan aguantar y superar los desafíos del futuro.

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