
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, anuncia un acuerdo con la patronal CEOE para que las empresas puedan administrar las vacunas anti-Covid a sus trabajadores, siempre a través del personal y las instalaciones de las mutuas de trabajo.
La iniciativa no llega tan lejos como demandaba la Comunidad de Madrid la semana pasada, ya que esta autonomía abogaba por que las empresas pudieran también comprar los fármacos directamente a las farmacéuticas. Pese a ello, el anuncio de Escrivá constituye un importante avance a la hora de dotar de mayor eficiencia a la campaña de inmunización en nuestro país. Ya comenzado el segundo trimestre, puede afirmarse que el problema dejó de concentrarse en la cantidad de viales disponibles. Es posible que hoy mismo la Agencia Europea del Medicamento dé luz verde a los viales de Janssen, lo que garantizaría la llegada de un número dosis cuatro veces superior a las recibidas entre enero y marzo. El verdadero desafío estriba en el modo de inocular al ritmo adecuado esos fármacos. La descoordinación entre Sanidad y las autonomías hizo que se perdiera un precioso tiempo a principios de este año. Ahora que se acumulará un stock de vacunas suficiente en nuestro país (en cuestión de "semanas" según el ministro Escrivá), no puede seguir desprovechándose la alta capacidad logística del sector privado. La inmunización contra el Covid constituye, junto con las ayudas europeas, el pilar fundamental de la recuperación económica.
La colaboración de las empresas, a través de las mutuas, es un paso adecuado para que la inmunización avance
Ahora que esta última muestra claros síntomas de debilidad y las ayudas se retrasan, es más importante que nunca que las mutuas, y las empresas, dispongan de vías para contribuir a que la vacunación sea lo más eficiente posible.