
ACS busca acompañante para comprar Autostrade, el negocio de autopistas en Italia de Atlantia. Es una estrategia idónea no sólo por la envergadura de la operación (10.000 millones) sino también por el rol clave que tendrá el Gobierno del primer ministro Mario Draghi.
Atlantia está obligada por el Ejecutivo transalpino a esta venta, tras la tragedia del puente Morandi en 2018, y por ello Roma supervisará la operación. En este contexto, la posible alianza de ACS con el banco italiano CDP es una buena opción. Es cierto que Atlantia ha rechazado ya hasta tres ofertas de CDP, pero también lo es que ésta es una entidad de capital público, con funciones similares al ICO. Con estas credenciales, es difícil que los supervisores transalpinos puedan poner obstáculos a la operación.