
Abengoa declara un concurso de acreedores que será histórico en la historia empresarial española (en concreto, el segundo de mayor tamaño). Es cierto que la ingeniería andaluza ha evitado la quiebra en varias ocasiones pero ahora se dieron circunstancias mucho más negativas que en el pasado.
De nada sirvieron los meses transcurridos desde que, en agosto de 2020, Abengoa anunciara su nuevo acuerdo de reestructuración financiera. La operación nunca llegó a cerrarse y, de hecho, el acuerdo ya se considera caducado. La firma se encuentra así sin nada que ofrecer a los acreedores para reestructurar la ingente deuda (6.000 millones) que aún arrastra y, como se hade mostrado, la empresa entró en el punto de no retorno.