Opinión

Advisory Board, los nuevos salvavidas de los CEOs para capear la incertidumbre

La creciente importancia de los órganos consultivos

Durante este último año, la incertidumbre ha pasado a formar parte de la vida de las empresas. Esta circunstancia ha provocado que los altos directivos se vean obligados a tomar decisiones de forma instantánea en pocos días, incluso horas. Por eso, cada vez se hace más importante la figura de un Advisory Board en el que apoyarse de cara a enfrentar la toma de decisiones.

El papel principal del Advisory Board, un órgano colegiado, es contribuir al análisis profundo y con una mirada externa de situaciones que afectan a la empresa, sugerir soluciones a problemas, enriquecer la visión estratégica y facilitar la interacción de la organización con el ecosistema en el cual actúa. Puede estar incluso mandatado para supervisar aspectos de gestión de una empresa, pero no es legalmente responsables de esta.

El éxito de un Advisory Board reside en que sus miembros sean seleccionados y escogidos apropiadamente. Limitar la identificación de sus miembros a las redes de contactos y conocidos de confianza de los accionistas es un error serio; hay que y atraer a personas diferentes a las que ya hay en la organización: que cuenten con diferentes experiencias, sin conflictos internos, con independencia y con el conocimiento necesario para ser un aporte real al objetivo.

Además, representa una oportunidad para incorporar a la empresa talento experimentado y diverso en todo sentido: género, edad y orígenes culturales, dependiendo del aporte necesario. Personas que por su capacidad y experiencia se ganen rápidamente el respeto de la organización, que se comprometan y apasionen por el proyecto, que complementen lo que ya se tiene, con valores compatibles y, muy importante, que tengan éxitos demostrados. Ellos ayudarán a hacer a la organización mejor de lo que es hoy.

Un Avisory Board debe ser considerado como la mejor opción de acompañamiento y apoyo, cuando los accionistas se enfrentan a la toma de decisiones en soledad y sin una contraparte que sea analítica, crítica, cuestionadora, con conocimientos específicos y constructiva. Es el caso de las empresas familiares, que representan el 89 % del tejido empresarial, donde el accionista controlador es uno solo, hay un fuerte consenso familiar o el dueño no pretende entregar el control de las decisiones a terceros, por lo que necesita consejo y apoyo experto de igual manera que las grandes corporaciones.

Al igual que las start-ups, durante el emprendimiento en su etapa inicial, pueden requerir apoyo para enfrentar los nuevos escenarios, al igual que en la toma de decisiones que les exige la etapa de desarrollo para llegar a consolidarse. La flexibilidad de un Advisory Board permite que los ejecutivos puedan apoyarse en su expertise durante cada etapa y cada reto de negocio. En empresas con capital de riesgo, como una figura similar a la de las start-ups, un Advisory Board permite a los inversores sembrar capacidades que complementen a los gestores y ayuden a garantizar la posibilidad de éxito del proyecto.

Para las empresas medianas y grandes con accionistas reconocidos y presentes en la toma de decisiones a través de un Consejo de Administración legalmente constituido, pero al que le faltan experiencias, habilidades, acceso, o conocimientos que son necesarios, el Advisory Board puede operar como un órgano de apoyo al Consejo.

Contrasta con el caso de las private equity, donde los inversionistas necesitan apoyar a las organizaciones invertidas, algunas de las cuales aún mantienen a sus emprendedores originales y donde la experiencia de diferentes materias no necesariamente reside en las capacidades del inversionista. Igual que en las corporate venture capital (CVC), hay circunstancias en la vida de una corporación, que cuenta con un Consejo de Administración, en que puede ser necesaria la existencia de un órgano como el Advisory Board: la inversión en un nuevo negocio, una instancia importante de crecimiento no orgánico, procesos importantes de transformación, gestión de crisis o la expansión fuera de las zonas tradicionales de conocimiento y de confort, entre otras.

Por otro lado, las filiales de corporaciones internacionales que tiene, su estructura central de Gobierno a través de un Consejo de Administración, requieren consejo de temas específicos en diferentes geografías; es aquí donde el Advisory Board, sin responsabilidad fiduciaria, ayuda al gestor del país a gestionar la estrategia en sintonía con la realidad local.

En definitiva, un Advisory Board, bien constituido y coordinado, es un órgano que debe aportar independencia de opinión, una visión fresca y renovadora, mejorar las oportunidades de crecimiento y éxito comercial, sin las complejidades legales y estatutarias que requieren un Consejo de Administración.

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