Alstom evidencia que está dispuesta a todo para no asumir su derrota frente a CAF en el megaconcurso de la red de Cercanías de París.
Tras interponer recursos judiciales e intentar desacreditar sin pruebas al ganador, Alstom torpedea ahora el compromiso que Bombardier tenía de suministrar 146 trenes al fabricante español. Se da la circunstancia de que CAF ganó el contrato parisino en asociación con Bombardier y esta última empresa es, desde el 29 de enero, propiedad de Alstom. El fabricante galo no duda así en servirse de esta circunstancia como un nuevo medio para asfixiar a CAF, pese a las protestas de las propias autoridades francesas. No en vano el obstruccionismo injustificable de Alstom no sólo perjudica a su rival; también daña el servicio ferroviario parisino.
