Las desinversiones en infraestructuras que planea Telefónica no se acaban con la recién cerrada venta de las torres de su filial Telxius a American Tower.
Telxius cuenta con otros activos como los cables de fibra óptica que discurren por el fondo de los océanos Atlántico y Pacífico, que Telefónica tiene especial interés en poner en el mercado. La premura no sólo está justificada por el hecho de que ya hay potenciales compradores, como el fondo I Squared. Debe considerarse también la rápida depreciación que este tipo cables presenta. Existe el riesgo de que se queden pronto obsoletos por el hecho de que todos los gigantes de internet desarrollan sus propias infraestructuras de este tipo, con mayores prestaciones y menores costes de mantenimiento.
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