
La llegada de 2021 marcará el inicio de una batería de subidas fiscales, unas contenidas en los nuevos Presupuestos y otras relacionadas con figuras de nueva creación, como las tasas Google y Tobin. Pero no acabará ahí la ofensiva fiscal del Gobierno.
La reforma tributaria que Hacienda prepara, para 2022, tiene como objetivos los gravámenes al alcohol y el tabaco y, lo que es más grave, la actividad de empresas y autónomos. Los cambios en Sociedades y en el sistema de tributación de módulos amenazan con someter a una mayor presión a un tejido empresarial ya puesto al límite y que el año próximo aún no estará completamente recuperado. De nuevo, España se separará de la tendencia dominante en Europa y ahondará en su error de subir impuestos en medio de una crisis histórica.