Renovables: un avance más ordenado

Mucho antes de la actual crisis, España experimenta una intensa actividad en el sector de las renovables. Es un fenómeno lógico considerando cómo las grandes expectativas sobre el desarrollo de este tipo de energía, en detrimento de los hidrocarburos, atraen inversores nacionales e internacionales.

Estos, además, disponen de abundante liquidez gracias a los tipos en mínimos que dominan en los mercados desde hace años. Sin embargo, ni siquiera estos factores bastan para justificar las numerosas peticiones que el Gobierno llegó a acumular para conectar plantas de energías limpias al sistema de distribución. Ya hay 122 GW de potencia eólica y fotovoltaica con derechos de acceso concedidos, mientras que otros 47,6 GW están tramitándose. Este volumen supone más que duplicar las necesidades de abastecimiento en España en la próxima década. Sin duda, la crisis del Covid dará un gran impulso al sector renovable, pero resultaría ingenuo pensar que bastará para absorber una sobrecapacidad de esa envergadura. Además, se planteó el riesgo de que se cree un mercado paralelo, puramente especulativo, de reventa de derechos de acceso ya concedidos. El Gobierno tomó una decisión adecuada en junio al ofrecer la ocasión a los promotores de retirarse y recuperar los fondos que entregaron como avales. De este modo, se logra la cancelación de proyectos por una capacidad equivalente a 40 GW, en línea con las expectativas del sector.

España cuenta ya con una dolorosa experiencia de lo costosas que son las burbujas en el ámbito de las energías 'limpias'

Se trata de un buen resultado que ayuda a un crecimiento ordenado de las renovables, garantizando que las iniciativas aprobadas cuentan con sólido respaldo industrial. Debe evitarse la formación de burbujas en este sector, cuyo alto coste el mercado español ya experimentó en el pasado.