
Iberia y Airbus ultiman una alianza que les permita articular un macroproyecto conjunto, cuyo monto total asciende a 12.000 millones, con el que optar a las ayudas que el Fondo Europeo de Reconstrucción destinará a España.
Tanto el constructor europeo como la aerolínea (a la que también se sumará Vueling, su compañera en el holding IAG) demuestran, al prepararse para unir sus fuerzas que valoran la oportunidad histórica que el Plan Marshall europeo les ofrece. La crisis derivada del Coronavirus ha golpeado de lleno al sector aeronáutico pero, ya antes del Covid, afrontaba importantes retos. Puede sorprender que uno de los sectores que más ha avanzado en aspectos como la seguridad en las últimas décadas, muestre tan grandes retrasos en otros ámbitos, como la sostenibilidad. Así, el desarrollo de turbinas de hidrógeno o de los motores eléctricos se encuentra en un estadio muy incipiente en cuanto a su uso en vuelos comerciales. Resulta por todo ello, acertado que el macroproyecto de Iberia y Airbus pretenda situar entre sus prioridades el abordaje de ese tipo de retos, especialmente, el referente al uso del hidrógeno como combustible. El sector aeronáutico no saldrá de esta crisis con sus ofertas tradicionales de precios bajos y con sus flotas actuales, sino que necesitará una reconversión completa de sus protocolos tecnológicos y tendrá que afrontar nuevas exigencias por parte de los usuarios y los supervisores nacionales.
La colaboración de Airbus e Iberia ayudaría a acabar con el retraso de esta actividad en aspectos como la sostenibilidad
El hecho de que esos primeros pasos empiecen a darse en España constituiría una muy buena noticia para nuestra economía. No en vano constituirá un impulso de primer orden a la hora de reanimar la actividad del conjunto del sector turístico.