El vicepresidente Pablo Iglesias trabaja ya en las medidas para imponer precios máximos en el mercado de los alquileres residenciales. Se esfuma así la impresión de que el Gobierno de coalición había dejado tan nociva medida hasta 2021. La realidad es que Iglesias invoca el estado actual de "emergencia social" para poner en marcha su elaboración.
Una vez más, el líder de Podemos se sirve de la crisis como coartada para impulsar políticas estatalistas sólo justificadas en sus prejuicios contra el libre mercado. Se abre así el camino hacia un intervencionismo en los precios que en nada contribuirá a reducir los alquileres. Muy al contrario, se logrará el efecto contrario al incentivar a los propietarios a reducir la oferta de inmuebles.
