El Gobierno trabaja ya en un plan de choque específico para el turismo, con medidas para ayudar a la sostenibilidad de las empresas y al fomento de la demanda.
No hay concreciones sobre sus líneas maestras, más allá de que tomarían modelo de los programas semejantes que ya pusieron en marcha Francia e Italia. Ambos países ofrecen, sin duda, ejemplos prometedores. El Gobierno de Emmanuel Macron movilizó cerca de 18.000 millones en el rescate de esta actividad. Más modesta fue la aportación italiana, 8.000 millones, pero incluyó una medida tan ambiciosa como crear un bono de 500 euros para fomentar el turismo nacional de las familias con menos recursos. En España se estudia una ayuda semejante para el corto plazo, ya sea en la forma de una bonificación de esa índole, o de una desgravación en el IRPF. A la espera de cómo se sustancie esta iniciativa, es obvio que tiene que hacer frente a algunas limitaciones. Italia lanzó su plan de apoyo al turismo nacional en junio. A España llegará en un momento de gran deterioro, cuando la temporada de verano y de otoño se han perdido. Sin embargo, sí puede ser la respuesta para la campaña invernal, básica en territorios como Canarias, y también a la hora de incentivar que la recuperación del sector empiece en 2021.
El bono para atraer al visitante nacional es una buena respuesta al problema de demanda que sufre el sector
Las garantías de liquidez y las moratorias en el pago de impuestos son todavía necesarias para las empresas dedicadas a esta actividad, sobre todo, tras las costosas medidas de seguridad contra los contagios que han tenido que desplegar. Pero su gran problema pasa por compensar con visitantes nacionales la falta de turistas extranjeros. El bono que Industria es un medio adecuado para lidiar con esa dificultad.
