
Sabadell contrata a Goldman Sachs para diseñar su estrategia ante el difícil escenario que afronta el conjunto de la banca europea. En un contexto tan incierto, es lógico que la entidad española mantenga todos los escenarios abiertos.
Pese a que terminará el año con un cierre de oficinas mayor de lo previsto, es posible que acometa más ajustes en su red. También tiene margen para desinvertir en ámbitos no estratégicos, (su negocio de renting o su actividad en Andorra). Y es obvio que también es factible una fusión con otra entidad, como la que negocian Caixabank y Bankia. De momento, Sabadell transmite confianza al no paralizarse ante el descenso de su rentabilidad (ahora situada en el 1,9%) y trabajar ya en su hoja de ruta para una crisis que se agrava en el sector financiero.