
Hacienda confirma que los días de permanencia en España de los extranjeros, obligados por el confinamiento, computan a efectos de ser o no residente fiscal en España.
Es decir, el estado de alarma cuenta para que un extranjero alcance 183 días de estancia en nuestro país y obligarle así a pagar impuestos. Hacienda no ha acatado los consejos de la OCDE, que abogan por una mayor flexibilidad en los estrictos plazos que impone el fisco español por la situación excepcional de la pandemia, que obligó a cerrar de fronteras. Con esta inflexibilidad y afán recaudatorio, España no solo contraviene las recomendaciones de la OCDE, que sí se aplican en EEUU, sino que dota de argumentos a los afectados para emprender futuras acciones legales.