
El Consejo Editorial de elEconomista vuelve a protagonizar una iniciativa inédita en la Prensa española. En mayo respondió con su Decálogo para la acción inmediata a la flagrante erosión de derechos derivada del estado de alarma.
Ahora, el peligro estriba en que la desescalada alimente la impresión de que la crisis acaba. El Consejo Editorial combate esa falsedad con su Decálogo para la reconstrucción. En un momento en que se silencia la voz de los economistas en la reactivación, se multiplica la necesidad de un llamamiento en pro de unas reformas estructurales (en pensiones, educación, impuestos...) que resultaría suicida volver a ignorar. No sólo está en juego el acceso a las ayudas europeas; también lo está la capacidad misma de España de superar la peor recesión de su historia.